Hoy seguimos poniendo de manifiesto su idea fundante: de una Educación Cristiana inclusiva, participativa, crítica y con sentido de pertenencia histórica, manteniendo su legado de desarrollar: “un pensar reflexivo sobre el Ministerio Docente de las Iglesias”.
Afianzamos sus principios fundamentales: “Ser cristianos y cristianas en la búsqueda de un mundo alternativo en la construcción del valor absoluto de la vida humana. Dar conocimiento de la Palabra de Dios y la acción salvífica de Jesús”, que es la esperanza que orienta nuestro caminar y da sentido a lo que vamos construyendo, ya que cuando hablamos de vida, estamos incluyendo la tierra, el trabajo, la salud, la participación, el goce, la justicia, la ayuda mutua, la solidaridad ...