sábado, 1 de noviembre de 2008

La Congregación también educa 3-04-06


La
Congregación también educa”


Queremos
compartir con ustedes lo vivido en el taller: “La Congregación
también educa” (18/03/06) que consideramos valiosos como
aportes a sus propias prácticas.
En Africa hay un dicho que
dice que para educar a un niño hace falta toda la tribu.


El
encuentro tuvo lugar en el ISEDET, el sábado 18 de Marzo de
9.30 a 13 hs. con la participación de 22 hermanos y hermanas,
representando a las siguientes iglesias: IEMA (Cap. Fed., La Plata,
Lanus), IERP, IELU, IDC (La Tablada), Parroquia Unida “El Buen
Pastor” (IDC-IEMA) y estudiantes de ISEDET.


Después
del Devocional sustentado en el Salmo 117 y fortalecidos por la
Palabra de 2º Crónicas 26:5, 31:21 y 25:9, se pasó
al momento de presentación y a través de una dinámica
se compartieron las expectativas y los temores que cada una y cada
uno tiene frente al desafío de la Educación Cristiana
en la realidad actual.


Se fueron
extractando las expresiones comunes agrupándolas para el
posterior análisis y reflexión. Compartimos algunas de
ellas:


Expectativas 



  • Tratar
    de encontrar un nuevo enfoque más reflexivo de trabajo con
    jóvenes, niños/as


  • Poder
    llegar a los niños y adolescentes con la palabra justa, para
    acercarlos a Dios


  • Que
    la Educación Cristiana tenga relación con los otros
    ministerios de la Iglesia


  • Encontrarnos
    como buscadores de Dios y transmisores del proyecto de nueva vida


  • Ampliar
    y conocer otras modalidades para el trabajo educativo


  • Construir
    una educación que entienda que el proceso de educar en
    general y en particular en Cristo, incluye al que educa y al que es
    educado y que ambos se transforman


  • Una
    educación con la misma visión de la congregación
    en su conjunto


  • Una
    educación que constituya un nuevo hogar , donde la familia
    sea restaurada


  • Desde
    la educación cristiana, en la iglesia, generar un espacio
    deseado y querido por los niños, jóvenes y porque no
    adultos


  • Poder
    aprender como llegar, no solo a transmitir a los niños los
    conocimientos bíblicos sino transmitir una forma de vivir
    diferente



Temores:



  • Perder
    el espacio de la Educación Cristiana


  • Que
    la Educación Cristiana no tenga en claro cual es su función
    en la Iglesia, que sus objetivos sean diferentes a los del Pastor,
    la Iglesia


  • Que
    la Educación cristiana no produzca cambios en la comunidad


  • Hacer
    proyectos que se alejen de las realidades personales y/o grupales


  • Al
    tratar de buscar utilidad, perder de vista la verdad


  • La
    “competencia” con las propuestas sociales, opuestas a
    nuestras propuestas


  • Ignorar
    el método y el lenguaje


  • No
    escuchar, ni prestar atención a lo que el otro tiene para
    brindarme, para compartir


  • Que
    haya preponderancia de: autoritarismo, verticalidad, falta de
    comprensión, imposición, jerarquías,
    autocentralidad, etc.


  • Desgano
    de los colaboradores y colaboradoras


  • No
    encontrar las palabras o el método para llegar a los chicos.
    No lograr establecer un código común para comunicarnos


  • El
    desinterés de las familias porque sus hijos participen en la
    Iglesia



Durante el
trabajo grupal las preguntas que motivaron al debate fueron las
siguientes:


¿Cómo
caracterizar lo que hoy estamos viviendo en la Argentina, en especial
en el área metropolitana y en el Gran Buenos Aires? ¿Cómo
nominar, qué palabra manejar, qué conceptos utilizar
cuando las incertidumbres, angustias, situaciones de empobrecimiento,
de injusticias, de intolerancia se hacen vida cotidiana en millones
de personas? y ¿cuándo gran parte de esas personas son
niños, niñas y adolescentes?


Para ello
se contó como recurso, con la lectura de un material teórico
“La Sociedad del Saber” del teólogo José
Comblin, publicado en la revista Signos de Vida Nº38.


El diálogo
se abrió sobre:



  • Situación
    social, económica y espiritual actual


  • Nuevas
    generaciones, nuevas construcciones


  • Educación/
    formación de niños, niñas y adolescentes:
    ¿Hacia donde va? ¿Cuál es el rumbo?


  • ¿Qué
    le compete a la Iglesia? ¿Cuál es su lugar? ¿Cuál
    es el Rol de los pastores, pastoras y líderes?



El pastor
Julio López, quien nos acompañó durante todo el
taller, tuvo a su cargo la reflexión final tomando lo
producido de acuerdo a las expectativas y temores, enmarcándolos
en un análisis histórico-teológico para abordar
la actualidad, desde el mensaje de fe y esperanza que nos trae
nuestro Señor Jesucristo.


Algunas de
estas reflexiones son:



  • Debemos
    trabajar con el concepto de construcción. Pensar en aquello
    que no está o no se conoce. Comenzar a sembrar desde abajo.


  • Históricamente
    después de la Segunda Guerra Mundial en el ámbito de
    nuestras Iglesias, se replantea el valor de la “palabra”,
    del “discurso” ¿Qué debe decirse? ¿Cómo
    se maneja esto? Pero nuestro modelo es: Jesús de los hechos
    Jesús como Maestro Jesús como Profeta Es Jesús
    quien dice cosas, aun aquello que no queremos escuchar


  • La
    Verdad es liberadora, el peligro está en apoderarnos de ella,
    debemos entonces establecer un balance entre la autoridad y la
    Libertad, porque el Camino es Cristo.


  • Nos
    encontramos frente a una generación que no tiene los
    elementos básicos para su desarrollo, para su discernimiento,
    ni para su capacidad de análisis. Es importante volver a
    “enseñar”, volver al “relato”. Por
    otro lado nuestra generación está “saturada”
    de información, de palabras; esto es un juego emocional
    difícil, pero que hay que revisar y encontrar salidas a estas
    tensiones. No es corrigiendo sino construyendo que avanzaremos en
    esto.


  • Valor
    de los espacios: en los que se pueda vivir, que sean gratos, lindos,
    deseables, tiernos. Es ésta una tarea creativa. Es claro el
    relato del Génesis: Dios crea un espacio y cuando está
    en condiciones, coloca allí al ser humano. Generar un espacio
    implica jugarse la vida.


  • En
    cuanto a la problemática de la continuidad, esto esta muy
    relacionado con la sociedad en la que vivimos: fragmentada, tiempos
    acotados, todo es “ya… y por poco tiempo”, por lo
    tanto debemos pensar de otra manera.



Nuestra
tarea será:


1. Saber
qué planear y qué programar


2. Pensar
en módulos cortos, con la metodología del “encuentro”
y no tanto en “clases”


3.
Proponer proyectos viables y posibles.


El
reproche no construye nada, en ese sentido “el que está
bien, y el que no también”. Pensar en el espacio y el
tiempo más relacionados con la realidad.


“Del
cariño nadie se escapa” Donde existe verdadera
pertenencia no hace falta nada para retenerlos, o retenerlas.


 Entonces
nos preguntamos ¿Es la Iglesia un ámbito de
pertenencia? Frente al mensaje de Cristo no se puede optar. Todos y
todas estamos incluidos e incluidas. Estar atentos para no clausurar,
no cerrar las opciones, ni las oportunidades.


Don
Atahualpa Yupanqui dice en sus versos: “Que tendrá el
yuyito de mi tierra, que cuando no lo pisan, brota”