sábado, 15 de noviembre de 2008

Mensaje Aniversario CUEC pastora Viviana Pinto

Mensaje Aniversario CUEC.

Lectura del Evangelio según Lucas 4:16-21.


En los aniversarios y cumpleaños solemos aprovechar a detenernos para festejar, dar gracias, ver el camino recorrido, vernos en este hoy y mirar adelante. Algo de todo eso estamos haciendo en este aniversario del CUEC.

Quienes anduvieron este camino de cincuenta años vivieron realidades cambiantes, grandes desafíos, momentos de “desmovilización” pero continuaron comprometidos con este espacio convencidos que Dios no quiere esas realidades de explotación y exclusión.
Convencidos que Dios es Dios de amor, vida, verdad y justicia. Por eso aportaron a la educación como acción transformadora por la dignidad y la vida.

Los desafíos hoy pueden haber cambiado pero no disminuido, al contrario, el HIV, las drogas, especialmente aquellas que representan el genocidio de nuestros jóvenes de sectores populares, las familias desintegradas, la falta de responsabilidad paternal pero también maternal, la niñez en la calle y los niños cada vez más abandonados en todas las clases sociales, la desocupación, la violencia y podríamos seguir enumerando.

Sin embargo ayer mismo leía una carta de una iglesia en Paraguay en la que os líderes decían que se sentían exhaustos al enfrentar durante tanto tiempo una realidad tan dura sin apoyo del Estado. Y hace poco en la Consulta de Psicología Pastoral un líder dijo “las iglesias se fueron de las
villas, sólo quedan algunas iglesias Pentecostales y la mayoría desprestigiadas, y las iglesias ni siquiera se quedaron en el espacio más seguro de la denuncia, de ser voz profética” muchos se sintieron incómodos con la afirmación pero realmente nadie pudo desmentirlo. Algo así también nos pasa en el equipo de pastoral popular de mi iglesia, hay un constante reclamo por la soledad personal e institucional de quienes trabajamos en contextos más extremos.
Y en las reuniones de educadores cristianos? No hay tiempo para formación, no hay tiempo para preparar las clases, cada día más se reclama un material cerrado y “a prueba de profesores” en lugar de esos materiales abiertos, de avanzada que supo proveer el CUEC.


¿Qué nos pasa? Será el miedo, será que nos sentimos todos exhaustos, agobiados por una realidad que no sentimos que pueda cambiar, nos dimos por vencidos? No tenemos tiempo porque nuestras prioridades cambiaron? Nos acostumbramos a esto así como está?

Será alguna de esas cosas o una combinación de varias, será este uno de esos períodos de desmovilización….pero aún así ¿nos reconocemos Cuerpo de Cristo en esta realidad?

¿Reconocemos que el Espíritu de Dios está sobre nosotros? ¿Lo reconocemos? (sólo dos cabezas se mueven afirmativamente)

Quisiera aportar un primer pequeño paso frente a esta realidad y decirles que creo que sí, que el Espíritu de Dios ha estado y está sobre nosotros.

Porque sólo el Espíritu pudo permitirnos crear y sostener un espacio de unidad, de respeto y de fortalecimiento frente a tanta adversidad como es el CUEC.

Porque sólo el Espíritu no nos deja acostumbrarnos al dolor, al hambre y la exclusión.

Porque sólo el Espíritu pudo darnos la oportunidad de encontrarnos en ese espacio trayendo todas nuestras realidades y perspectivas y buscar caminos comunes de esperanza y de crítica
profética. Pueden decir que es mi percepción pero vean, yo acabo de regresar de una reunión de CLAI en Ecuador y allí tuve oportunidad de presenciar un diálogo increíble, estábamos de Nicaragua, de Perú, de Costa Rica, una joven de Ecuador y el obispo Pagura y yo de Argentina. Se da todo un diálogo acerca de la realidad en nuestros países que el obispo redondeó diciendo “ven que estamos en una realidad llena de grises, no hay blanco y negro, hay muchos y
diversos grises” y entonces se dirigió a la joven ecuatoriana y le dijo “ojalá el pueblo norteamericano tuviera la capacidad que tienen ustedes de salir a la calle y demandar de sus gobiernos….” Y dio algunos ejemplos. Entonces la joven respondió entrelazando los dedos de sus
manos y muy firmemente “pero a nosotros nos educan, para que estemos así (y elevó las manos) sólo así podemos enfrentar algunas cosas, nos enseñan a estar unidos y así es que siempre sale primero el movimiento estudiantil y cuando ellos salen todos nos comunicamos y vamos a apoyar y nos juntamos” Vaya que tenía capacidad transformadora la educación. Claro que ustedes pueden decir que ahora es mi percepción y la de la joven, pero vean, ese fin de semana se
votaba la nueva constitución del Ecuador, todos los medios en contra, publicidades intensivas, algunas tremendas, programas periodísticos todos en contra. Siempre hablamos del poder de
los medios y sin embargo ganó el sí a una nueva constitución, una constitución que considera a la
naturaleza sujeta de derecho, por ejemplo, para percibir el cambio.

Y pasa así en realidades grandes y pequeñas, yo recuerdo un taller del CUEC, no hace tanto y debo agregar que también el Espíritu está cuando nos regala la posibilidad de abrirnos a que otros, no cristianos, no de nuestras iglesias caminen con nosotros y aun nos enseñen y este que voy a mencionar es un caso que muestra varias de estas manifestaciones del Espíritu. Era ese taller, los facilitadotes no eran de nuestras iglesias y venían a aportarnos acerca de nuevas estrategias como la intervención social a través del juego. En medio de una realidad en la que
los cartoneros eran percibidos como esos que ensucian toda la ciudad, y tal vez podía haber alguno bueno porque me dejaba la basura prolija. Ellos no hicieron poner en las zapatillas de los cartoneros, nos hicieron ser cartoneros por un rato. Yo desearía hacer eso aquí ahora para que ustedes lo vivan pero no podemos, así que les traje una canción que también nos viene del
afuera de las iglesias pero que me recuerda ese taller.


CARTONERO
(Attaque 77)



En la mañana
desayuno las dudas que sobran de la noche anterior

Luego salgo a ganarme la
vida temprano, haga frío o calor

Porque no hay tiempo de
amargarse ni llorar por un pasar mejor

La prioridad es el plato
en la mesa y como sea hay que ganárselo

Entonces veo que la cosa
se pone muy brava y cada día mas

Si mi esposa va tirando
del carro conmigo, juntos a la par

Y como no hay un peso
para mandar a los chicos a estudiar

También los
llevamos a cartonear

¿Sino con quien
los vamos a dejar?

En la calle yo me recibí
en el arte de sobrevivir

Revolviendo basura
juntando lo que este sistema dejo para mi

Y a los que manejan el
país, a esa gente le quiero decir

Les propongo se cambien
de lado un momento

Y a ver si se bancan
vivir mi vida de cartonero.

Que paradoja que teniendo
motivos de sobra para ir a robar

Al delito yo lo esquivo
inventando trabajo en donde no hay

Y encima de rebote soy la
alternativa ecológica

Reciclando lo que todos
tiran los desechos de la sociedad.

Entonces veo a esa gente
que tiene de sobra y siempre quiere mas
Con sus autos se llevan
el mundo por delante hablando por celular

Y que teniendo asegurado
el porvenir no paran de robar

A esos señores les
quiero gritar

Que es lo que esta
pasando por acá

Porque en la calle yo me
recibí en el arte de sobrevivir

Revolviendo basura
juntando lo que este sistema dejo para mi

Y a los que manejan el
país, a esa gente le quiero decir

Les propongo se cambien
de lado un momento

Y
a ver si se bancan vivir mi vida de cartonero.





Bueno, algo así fue ese taller, un darnos cuenta que no teníamos ningún derecho a ver a nuestros hermanos y hermanas como los que ensucian, mucho menos a demandar que dejen ordenado después de tener que meter las manos en nuestra basura!!!! Que no podemos acostumbrarnos a que nadie tenga que vivir de la basura de otros!!!

De ese taller salimos con mil ideas, algunas muy creativas, varias se concretaron, nuestra mirada cambió. Pensamos en cómo cambiar esa realidad y también en el mientras tanto, en guarderías, en cooperativas, en separación de residuos, yo recuerdo en mi iglesia ese año un pesebre de cartoneros para sensibilizar a la comunidad….

Sí la educación tiene un poder transformador, sí el Espíritu está sobre nosotros y nos sigue permitiendo disfrutar de este espacio, que aunque a veces tenga sólo la llamita de una vela, es esa suficiente para volvernos a traer al compromiso al que somos convocados todos para que podamos decir como Cuerpo de Cristo en esta realidad: “El Espíritu del Señor está sobre mí por cuanto me ha ungido para………. Esta escritura se ha cumplido hoy delante de ustedes”


Viviana Pinto