sábado, 1 de noviembre de 2008

Taller de Educación Cristiana 17-09-05


Taller
de Educación Cristiana "Hoy como ayer"


Con una
mirada integradora desde las propias raíces hitóricas y
culturales.
Taller realizado en Resistencia, Chaco. Los días
17 y 18 de Septiembre de 2005


MEMORIA TALLER CHACO


17 –
18 DE SETIEMBRE – 2005


Educación
Cristiana, hoy como ayer:


“Con
una mirada integradora, desde las propias raíces históricas
y culturales”


Entre los
días 17 y 18 de setiembre se realizó, en la Iglesia
Discípulos de Cristo de Resistencia – Chaco, el taller
sobre Educación Cristiana poniendo énfasis en las
propias raíces históricas y culturales, partiendo de
sus propias prácticas educativas.


El taller
comenzó el sábado 17 a las 9 has., con la
participación de 23 hermanos y hermanas provenientes de las
congregaciones de Resistencia,  General Vedia y Barranqueras;
estuvo presente también un grupo de la Iglesia Congregacional
de Resistencia, cabe destacarse la presencia de un importante número
de jóvenes.


Se trabajó
especialmente sobre las propias experiencias que, a través de
distintas dinámicas fueron aportando los insumos necesarios
para la elaboración y análisis de un diagnóstico
compartido, en el cual pudieron verse con claridad las posibilidades
y las limitaciones con que se cuenta, las cuales permitieron esbozar
propuestas y sugerencias aplicables a sus propias prácticas,
enriqueciendo los saberes y construyendo nuevas alternativas


Propuestas:


· Llevar
un registro de las experiencias para evaluar y reflexionar sobre las
mismas.


· Fortalecer
vínculos entre las iglesias, entidades civiles como escuelas,
centros culturales y/o asistenciales, etc.


· Estimular
la comunicación y el intercambio de pequeños proyectos
que favorezcan el conocimiento y la confianza mutua.


· Aplicar
distintas alternativas compartiendo recursos económicos,
humanos y de proyectos comunes


· Buen
uso de la autoridad, límites claros, poder llegar a acuerdos
productivos, creativos, de crecimiento en la proclamación del
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.


· Propiciar en
los niños, niñas y jóvenes, la formación
de hábitos y actitudes positivas, a través del diálogo,
de la participación y de la construcción del sentido de
pertenencia.


· Propiciar
encuentros comunitarios celebrativos, festivos, de hermandad que
ayuden a afianzar los vínculos.


Se trabajó
con un variado material teórico de diferentes autores y
autoras, sobre conceptos y pensamientos teológicos y
pedagógicos actualizados, a fin de estimular la discusión
y reflexión sobre la importancia de la Educación
Cristiana en los contextos y tiempos actuales y de su implicancia en
la transformación deseada, en el crecimiento de la vida
espiritual de las personas, las familias, las comunidades, en la
construcción de nuevos paradigmas sociales.


La tarea
en equipo permitió que todas y todos pudieran expresarse y
volcar sus opiniones, sus dudas, sus expectativas, sus fracasos, sus
sueños y sobre todo, el pensar juntos proyectos viables según
las características de cada lugar, de cada comunidad, de cada
congregación.


Se
rescataron así diversas herramientas pedagógicas como
la narrativa, ya que fue muy rica la aplicación de este
recurso por el cual se desarrolla la creatividad y la imaginación,
pues debían narrase historias o relatos poniendo énfasis
en las sensaciones y emociones que se desprendieran de los mismos.


La
dramatización oral y/o gestual
(mímica), permitió
vivenciar la riqueza de los relatos propuestos y de los distintos
temas presentados.


Las
historias de vida,
tanto personales como de la comunidad o del
pueblo al que se pertenece, abrieron nuevos canales de
comunicación y conocimiento, rescatando la memoria y las
marcas que desde la infancia permanecen y muchas veces determinan
decisiones, vocaciones, llamados y el poder asumir distintos niveles
de compromiso.


Los
momentos de camaradería, como almuerzo, mateadas, cantos,
charlas informales, acrecentaron y enriquecieron el intercambio, el
conocimiento favoreciendo el espíritu de hermandad.


Por medio
de la evaluación realizada en forma individual, pudo
comprobarse una vez más, la necesidad que tienen las
educadoras y educadores de encontrar espacios de reflexión en
el cual la capacitación sea un elemento de fortalecimiento
para sus prácticas. El compartir, leer otras propuestas,
analizar diversas experiencias y cotejar con otros pensamientos,
ayudan a recrear metodologías, atreverse a buscar
alternativas, a confiar, es decir, a no cerrarse frente a las
demandas y exigencias a las que las iglesias se ven comprometidas en
nuestra hora.